La actual situación económico – sanitaria, está dejando muy tocado al tejido empresarial especialmente a autónomos y pymes.

La incapacidad para refinanciarse y obtener liquidez de muchas pymes y autónomos pone en riesgo la cadena de pagos, con el consecuente peligro para la viabilidad de muchas empresas.

Después de la inyección de liquidez tanto por parte del Estado, como de las instituciones financieras, nos encontramos que ahora es momento de la solvencia. Solvencia entendida como la capacidad que tienen las empresas a hacer frente a todos los pago, vencimientos, etc.

La mejora de la liquidez, afecta a toda la empresa y no solo a las funciones financieras. CashFlow, Working Capital o flujo de caja, son conceptos que a menudo eran empleados por los Directores Financieros o Directores Generales, sin embargo con la actual crisis económico-sanitaria se han generalizado en todas las empresas o negocios.

La mayoría de las empresas, pymes y los autónomos necesitan financiación en algún momento de su vida, ya sea al inicio de la actividad empresarial, bien para el mantenimiento de la actividad (existe un problema temporal de liquidez) o porque está en una etapa de crecimiento o internacionalización empresarial.

Debido a la situación económica actual, el gobierno ha habilitado unos préstamos avalados por el estado para intentar inyectar liquidez y cubrir parte de las necesidades financieras de las empresas.

Os hacemos un resumen con la información relevante. Los conceden las entidades financieras, para pymes y autónomos y están avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en un 80%. De ahí el popular nombre de préstamos ICO.