La ley de Morosidad 3/2004 del 29 de diciembre estaba especialmente concebida para proteger los derechos de crédito de las pequeñas y medianas empresas, lo cual cobra especial relevancia en épocas de crisis; ocupándose de su ámbito de aplicación, al tipo de contratos que afecta y a los plazos de pago de las deudas que legalmente se establecen en la misma.
En el siguiente enlace puedes acceder a la Ley de Morosidad.